Cuando regresamos a casa después de un ajetreado día de trabajo, nuestros muebles nos esperan, pacientes, serviciales, cómplices de nuestras vidas.
El abrazo del sofá….. nos envuelve con su forma y nos acaricia con su textura.
La mirada de la iluminación…..no ofende, acompaña.
La inteligencia de la cocina y el baño…..adelantándose a tus deseos.
La cama…..no te pregunta cómo estás, pero enseguida notas que te da lo mejor de sí misma.
Y no te pregunta, porque los muebles no hablan. ¿ O sí ?
Bueno, dejémoslo en que los interioristas cuidamos tanto los detalles, que hay hasta quien lo duda.
Los muebles no hablan ¿ O sí ?
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