Podía haber comenzado el artículo diciendo, que la tarde anterior asistí a la conferencia que Carles Riart , Premio Nacional de Diseño 2011, dió en la Escuela de Arte y Superior de Diseño, organizada por la ADER, a través del CEdIR ( Centro de Diseño Integral de La Rioja ), en colaboración con el Club de Marketing de La Rioja y que al poder disfrutar de una distendida charla, previa a su conferencia, descubrí a una persona especial, nada convencional, de una humildad tan grande que cuesta creer que ésta sea compatible con haber recibido tantos premios y reconocimientos, como es su caso.
En la conferencia detallaba con delicadeza e ilusión los pasos que dió para crear varias de sus piezas. Cómo un ebanista aconsejó hacer la mecedora, creada en 1979 para el 50º aniversario de la silla Barcelona de Mies Van der Rohe, a base de chapas encoladas para evitar que perdiera la curvatura con el tiempo, cosa que ocurriría de hacerla con madera maciza. Cómo creó su Silla Desnuda, imaginándola vestida de múltiples maneras .Cómo diseñó esa tumbona, tan sensual, en la que puedes tumbarte de la manera que tú quieras porque ella siempre acogerá tu cuerpo adaptándose a él.
Aplaudimos la belleza del ” vuelo de la flecha “, idea suya, en la que con el lanzamiento de una flecha se encendía el pebetero en las Olimpiadas de Barcelona.
Pero lejos de vanagloriarse de sus éxitos reparé en frases como “una sucesión de fracasos”, “ la mía no ha sido una carrera de fama y fortuna”, “soy mueblista, no diseñador”.
Tanto me impactó que tras la charla me acerqué a él como a un buen amigo y le comenté: ¿ Sabías que los sabios son los que más veces se han sentido fracasados ?
Al día siguiente, un reducido grupo de personas, tuvimos el privilegio de desayunar con él, en la biblioteca del Club de Martketing, en uno de los denominados “desayunos de diseño”. Estan concebidos como encuentros informales para intercambio de ideas, iniciativas empresariales, etc…
Me agradó que frente al ritmo acelerado de nuestra vida profesional…. su calma.
Frente a la competitividad….su falta de ambición.
Sus frases:” Yo nunca me he presentado a un concurso”, “preferí volver a Barcelona y no acepté un cheque en blanco en Nueva York”,”creo que hay que diseñar para aprender uno mismo y los demás, no para competir”, “no soy ejemplo para nadie”,”ahora me ayudo con las nuevas tecnologías pero sigo dibujando mis bocetos a mano”.
Salí con una buena dosis de calma y poesía, ingredientes poco frecuentes en nuestros desayunos de cada día.
Por eso he afirmado tan categóricamente en el título del artículo:
Es un placer desayunar con Carles Rialt…..
Sé el primero en comentar