Paseando por Lisboa me encontré frente al MUDE ( Museo del Diseño y de la Moda), considerado como uno de los museos más importantes del diseño del siglo XX.
Se encuentra en una de las calles peatonales más transitadas de la capital y un enorme cartel que cubría toda su fachada llamó poderosamente mi atención. Se anunciaba como lo haría la mejor de las campañas publicitarias de cualquier producto “fashion”.
No encuentro mejor manera de hacer que el diseño resulte atractivo y accesible. Un 10 en marketing.
Pero lo que me sorprendió fue su interior. Me sorprendió y me gustó. Sobre todo porque a los diseñadores ya pocas cosas nos sorprenden…
Curiosamente, MUDE, significa cambio en portugués. Y no han podido hacer mayor honor a ese concepto, que el que han conseguido con la ejecución de su interior.
Los techos y paredes están descaradamente rotos, con las huellas que deja el desgarro al arrancar los materiales que las ocultaban. No han tapado agujeros, no han pulido superficies. Todas las instalaciones se han dejado a la vista. Absolutamente rotundo.
Intencionadamente ,han dejado que convivan las cicatrices del pasado con la osadía y los materiales del diseño más actual.
Museo MUDE, |
Un probador, con cierto aire industrial, reafirma sus hechuras, entre más de 1200 diseños de moda firmados por diseñadores consagrados como Jean Paul Gaultier, Vivienne Westwood o Yves Saint Laurent, entre otros.
La colección de diseño está compuesta por unas 1000 piezas de diseñadores que representan tendencias en el diseño de todo el mundo. Hay obras de iconos del diseño como Phillipe Starck, Charles Eames, Nelson George, Arne Jacobsen, Henningsen Paul, Vener Panton, Umeda Masanori, Henning Koppel y Tom Dixon, e incluye casi 200 diseños clásicos que abarcan muebles innovadores, vidrio y joyería desde 1937 hasta el presente.
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